miércoles, 7 de noviembre de 2012

ESCUELA

El templo del saber
Desde el punto de vista de la experiencia cotidiana y de eso que llamamos a
veces “sentido común” la escuela es “el templo del saber” o incluso “el
segundo hogar”. Esto que puede sonar a simplificación abusiva es, ni más ni
menos, lo que se encuentra detrás de la positivación moral de la escuela desde
todas las miradas políticas. Es llamativo que no haya ninguna corriente política,
ni siquiera el anarquismo3, que cuestione a la escuela y, al mismo tiempo, casi
todas empiezan por cuestionar el sistema escolar. Este comienzo, este intento
de poner en cuestión lo relativo a la escuela (genuino en el mejor de los casos)
suele estar inmerso en distintos enfoques analíticos con distintos grados de
profundidad.
Pueden establecerse, esquemáticamente, tres ámbitos de análisis que son el
sistémico, el académico y el estructural.

1. La crítica sistémica se enfoca en las limitaciones que un sistema
educativo padece en función de los ejes programáticos y las
proposiciones políticas (y por lo tanto también económicas) que lo
definen y orientan. Este enfoque, sea de “derechas” o de “izquierdas”,
no cuestiona sino la implementación de políticas globales y las
intenciones sociales y políticas que se esconden detrás de un diagrama u
otro. Cuestiona leyes, marcos, orientaciones técnicas, presupuestos,
definiciones ministeriales, etc. En definitiva, es la crítica de la
administración política vigente de la institucionalidad educativa y no
excede, ni en cuestionamientos ni en ambiciones, el marco institucional
dentro de políticas de Estado.

2. La crítica académica se focaliza en los asuntos internos a nivel
institucional, como son el diseño curricular, las estructuras gubernativas
(por ejemplo en el caso de las universidades), las orientaciones y
prácticas efectivas a nivel pedagógico o didáctico, los materiales de
estudio como por ejemplo los manuales escolares, los contenidos
tratados en el currículum, la relación personal entre docentes y
alumnos, etc. Este análisis no cuestiona la institucionalidad sino en
función de las prerrogativas académicas que defiende como vehículo
hacia una superación de los resultados que el sistema educativo debiera
tener desde la perspectiva definida, medibles en términos de la
formación de los alumnos y de su relación con el sistema social en
función de una posición sociológica o política en particular. Aquí podrían
ubicarse, entre otras y de modo esquemático, las experiencias de la
llamada educación popular desde Ferrer i Guardia hasta Paulo Freire.

3. El tercer eje de cuestionamiento es la crítica estructural. Esta mirada
sobre la escuela es más profunda. Se focaliza en la función de la escuela
moderna como dispositivo educador y analiza sus características
atendiendo su genealogía, su estructuración interna, las dinámicas
sociales que la constituyen y su función social en el marco de análisis
políticos, económicos, morales, psicológicos, etc. Es precisamente esta
tercera crítica la que pone en relieve la función social intrínseca a la
escuela y la que da como resultado una caracterización práctica y
teórica de lo que la escuela efectivamente es. Es particularmente
atendido, en este marco, el fenómeno llamado currículum oculto. Sin
embargo, siendo que este análisis tiene por objeto la escuela moderna,
es decir, la actual escolaridad nacida de los procesos sociales, políticos y
económicos de la Europa de los siglos XVII y XVIII, las líneas de acción
propuestas desde este sector no están generalmente orientadas a la desescolarización
sino que pretenden reformar, mediante la práctica
docente y pedagógica valida del análisis estructural, las condiciones
actuales de la escolaridad.

La humanidad del humanismo no es un punto de partida sino de llegada. Se
humaniza al hombre educándolo. Éste es el fundamento ideológico de la
escuela moderna.
La memoria es un acto presente, y así como aclara ciertas cosas oscurece
otras, o, dicho de otro modo, para aclarar algunas cosas oscurece las demás.
De la misma forma en la que la hospitalización de los partos, que no adquiere
forma masiva sino en los últimos 50 años, es actualmente considerada como
una práctica tradicional, la escuela moderna ocupa el lugar de toda escuela en
la memoria colectiva vigente. Hay diferencias estructurales muy específicas
entre la escolaridad antes y después del humanismo de los siglos XVI y XVII. La
Didáctica Magna data de 1632 en su primera versión en Checo y de 164016 en su
segunda versión en Latín. Esta obra de Jan Amós Komensky (más conocido por
su nombre latino Comenius y su castellanización Comenio) es considerada como
fundacional de la escuela moderna y establece las bases doctrinales que luego
la caracterizarán. Algunas de esas bases son:

• El quite de la educación del seno familiar para volcarla casi
exclusivamente en la escuela, estableciendo el monopolio educativo
escolar
• La ligazón de la escuela con el gobierno, nacionalizándola y reduciendo
la hegemonía eclesiástica
• El establecimiento de la totalización universalista de la educación en dos
términos: todos los niños deben escolarizarse y todos deben hacerlo del
mismo modo
• La imposición de la obligatoriedad de la educación escolar
• Ordena a los niños en grados académicos sucesivos y correlativos
• Define al ser humano (a los hombres) como seres naturalmente
(intrínsecamente) necesitados de educación
• Incorpora en la educación aspectos formativos tales como la adquisición
de “buenas costumbres”, transformando la escuela de un ámbito
fundamentalmente instructivo a uno educativo con influencia en la
cotidianeidad moral y regente del comportamiento
• Elimina el castigo físico por considerarlo ineficiente y ligado a las
incapacidades del maestro

Estas características serán luego (no inmediatamente) propias a la escuela y
quedarán ligadas a ella de forma estructural. La noción actual de la infancia estambién moderna y está estrechamente ligada al impacto institucional de la
escuela. Así llegamos a una concepción de la infancia que “supone la
delimitación de un otro. La infancia es la otredad caracterizada como
heterónoma, dependiente, obediente e ignorante. De esta forma, la infancia
habla de una relación de asimetría en la cual se ubica al otro en un lugar de
dependencia17”
Esta clase de otredad, en una sociedad que encerró las otredades, no pudo
menos que ser encerrada: la escuela moderna, heredera de los hospicios,
implica el encierro de la infancia, y al igual que las otras instituciones de
encierro, implementa las modernas tecnologías de control. Aquí es donde el
análisis de Foucault en, por ejemplo, Vigilar y Castigar es tan importante como
aludido, aunque, una vez más, considero que se lo menosprecia en su real
impacto y no se viabiliza nada de forma consecuente con sus implicancias en la
estructura intrínseca de la institución escolar.

La escuela en la modernidad
Un primer análisis nos muestra en la escuela la confluencia de dos aspectos que
la caracterizan en su primera significación según la Real Academia Española
(RAE), es decir, como el “establecimiento público donde se da a los niños la
instrucción primaria” o el “establecimiento público donde se da cualquier
género de instrucción”. Estos aspectos son: su función educativa (ampliación
moderna de la instrucción) y su establecimiento como institución de encierro.
Ninguno de estos dos aspectos, por sí mismos, basta para caracterizarla. Así
como hay distintas instituciones de encierro (hospitales, prisiones, conventos,
cuarteles, etc.) existen distintos dispositivos educacionales que no son en sí
mismos escolares en el sentido moderno y actual del término.
Su aspecto educativo hará coexistir a la escuela moderna con la escuela en su
otra significación, a saber, como “doctrina, principios y sistema de un autor” o
como el “conjunto de discípulos, seguidores o imitadores de una persona o de
su doctrina, arte, etc.”. En este punto la doble dimensión de la disciplina
compone una estructura vertebral de la escolarización y une la escuela en su
sentido más arcaico con la institución escolar de la modernidad.

La escuela moderna, entonces, se caracteriza como un dispositivo de
hegemonización moral, física e intelectual de la población. Se diferencia de
otros dispositivos de encierro por el universo poblacional que delimita y tiene
por objeto (la otredad que recorta y masifica de forma totalitaria para
disciplinarla de una forma o de otra) y por la función específica que resulta de
tal delimitación. No es la delincuencia o la locura o la masa trabajadora, sino
la infancia, la adolescencia y la juventud. Pero la función social de la escuela
es perfectamente complementaria e interdependiente con las otras. El objetivo
de la escuela es la producción de individuos aptos para la inserción social.
Luego, si la sociedad está ideada de una u otra manera, se trazarán
lineamientos pedagógicos de una forma o de otra, se intentará producir
individuos funcionales a la reproducción de un sistema económico o a su
transformación, pero esa funcionalidad es intrínseca: sin ella la escuela pierde
sentido.




4 comentarios:

  1. emm buena informacion buenas imageness me gsutoo como esta redactado eplicas muy bn cada temaaa nno nada mas estee me an gustado todoss y ps si la escuela es muy importante ya que por medio de ellaa sse pueden formr muchos profesionitas y nos sirve en trancurso de nuestras vidas

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  2. ME GUSTO ESATA PARTE La escuela es “el templo del saber” o incluso “el
    segundo hogar”porque es verdad la escuela es el lugar en donde aprendemos y borramos la ignorancia a las cosas y nuestro segundo hogar porque ahi pasamos mucho tiempo. buena informacion

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  3. Buena informacion escuela es un tema del cual ahi mucho que hablar ya que a la mayoría de los adolescentes o niños no les gusta aun que muchos tienen los recursos para estudiar muchos prefieren no aserlo en lo contrario otras personas necesitadas pueden llegar a tener que dejar de estudiar por falta de recursos, buen trabajo.

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  4. pues la verdad concidero a la escuela, como la institucion que prepara a los humanos para que en su determinado momento enfrentes situaciones, naaaha, aparte de eso, la escuela es el lugar donde conviviras con la sociedad, junto con la educacion:D

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